Sigo trabajando con mi princesa habilidades lingüísticas para que vaya adquiriendo destrezas que más tarde le ayuden en el proceso de aprendizaje de la lectoescritura. Además de trabajar el lenguaje oral, (ya que es necesario que domine de manera fluida éste antes de empezar a trabajar con el lenguaje escrito) con rimas, canciones, separando sílabas,...voy introduciendo poco a poco, actividades que le ayuden a reconocer letras, ya que para poder empezar la lectura y establecer una correcta correspondencia grafema-fonema es necesario reconocerlas.
La lectura es una actividad visual que requiere que el lector perciba e identifique unos símbolos gráficos (las letras) para poder descifrar y captar el mensaje escrito.
Luego deberá reconocer que esas cadenas de símbolos forman las palabras, las relaciones entre éstas, su orden, la estructura sintáctica, su significado,...pero pasito a pasito.
Así que vamos a empezar por lo más básico. Lo primero que se encuentran los niños cuando se enfrentan a la lectura es con unos símbolos gráficos (letras) que representan sonidos. Así es que voy presentando actividades que despierten la curiosidad de mi princesa hacia las letras y las diferencias que existen entre ellas, con el fin de que aprenda a discriminarlas e identificarlas (actividad perceptivo-visual) y para que empiece a reconocer sus correspondencias sonoras (actividad  fonológica).
 Con la actividad que le planteo hoy, pretendo que analice visualmente la forma de las letras que le he propuesto. He escogido palabras muy sencillas y que ella usa mucho y con un fuerte factor emotivo que motiven el trabajo: los miembros de su familia, empezando por su propio nombre.
 El ejercicio es muy sencillo tanto de preparar como de realizar. He utilizado unas letras de madera y usándolas como plantilla he 
escrito: LAIA, MAMA, PAPA y TETE. Después las he vuelto a poner en su 
sitio con el propósito de que ella las discriminara del resto de las 
letras atendiendo a sus formas. En eso se basa la actividad, en que sea 
capaz de discriminar y elegir las letras necesarias, las ponga en su 
lugar correspondiente y empiece a darse cuenta de que poniendo las 
letras en un orden concreto se forman diferentes palabras. 
Ofreciendo actividades variadas que 
impliquen reconocer las letras se irá formando una memoria visual de 
éstas que más adelante se reflejará en un reconocimiento directo de las 
letras en la lectura.
Al presentarle 
palabras, también empezamos a trabajar la habilidad visoespacial y 
direccional para seguir la trayectoria de las palabras cuando las 
encontramos escritas  (de momento sólo de izquierda a derecha). Y al 
nombrar las letras y decodificar las palabras también trabajamos la 
correspondencia grafema-fonema.
Toda actividad hay que presentarla como un juego y no como un trabajo u 
obligación. Además hay que ofrecer actividades variadas que motiven y 
animen a los niños. No olvidar que debe existir una retroalimentación 
inmediata, tanto cuando haya errores como aciertos. También hay que 
tener en cuenta que, con la edad de mi princesa, su capacidad para 
prestar atención a una misma actividad es muy corta. Así que todo es un 
juego, de momento, y lo que aprenda, poco o mucho, seguro que la hará 
bien.










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