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sábado, 2 de abril de 2016

Gran sorpresa con una minicostura

Mi princesa es muy chocolatera y le encantan los huevos de chocolate que llevan sorpresa, aunque la sorpresa normalmente deja mucho que desear. 
Guardamos las cápsulas de plástico, porque seguramente algún día se nos ocurrirá algo que hacer con ellas. 



De momento hemos reciclado una. Con un poco de hilo de bordar y unas hama beads la hemos convertido en un collar que acoge una muñeca que se puede llevar a todos lados. 



La muñequita es muy sencilla y muy pequeña. El pelo es lo más importante, tiene que ser largo, muy largo. ¡Menuda obsesión tiene últimamente mi princesa con el pelo largo! cuanto más largo mejor y si además es rosa y morado ya no puede ser mejor.
¡Qué fácil es sorprender y contentar a una niña de cuatro años!

Aunque hoy no estaba la modelo para la sesión de fotos he podido salvar unas pocas.




Seguiremos intentando sorprenderla mientras sea tan fácil ;).

Ahora que ya podemos enlazar a #hastaelcuellodehandmade que ha propuesto Nina de drap para celebrar su cumpleblog me llevo a mi princesa al sarao. No os perdáis el recopilatorio!!!

Hasta pronto.



lunes, 2 de marzo de 2015

A ver si va a ser una princesa de verdad y soy yo la que estoy equivocada....

Que mi niña abra los ojos a las siete de la mañana el domingo y que venga a despertarme pidiéndome que le haga una corona de princesa y una varita no tiene precio. Que me lo diga mirándome fijamente, con esos ojazos oscuros que tiene y poniendo cara de porfa mami, porfa!!! eso ya es lo más. Así que el domingo a las siete y poco de la mañana con el café bien cargado en la mano, los dibujos puestos en la tele y arrastrando las zapatillas preparamos algunos materiales y manos a la obra.

Así que con cuatro cosas, tres puntadas y mucho amor aquí está el resultado de una manualidad dominguera y mañanera.






Y si además, después de un montón de días de viento infernal, hace un día maravilloso y mi niña me pide ir a pasear con su corona ya puedo afirmar que este domingo ha sido un domingazo!!!

 Aunque lo de princesa pija le dura poco y enseguida ha cambiado la corona por la pelota, un palo y a correr por el campo y por la playa.









Todos a dsifrutar del sol.

Hasta pronto.

domingo, 25 de enero de 2015

Fiebre Pin y pon



Estamos en plena fiebre Pin y pon. Mi princesa se duerme pensando en los Pin y pon. Está noche se reía a carcajadas y cuando se ha despertado y le he preguntado me ha contestado que había soñado con los Pin y pon. A la hora de comer se prepara una mesita de estos muñecos con su vajilla y cubertería, al lado de su plato y les pone un trozo de pan, se ducha con ellos, les seca el pelo con un secador de juguete mientras yo le seco el suyo, los llevamos a pasear,...podría seguir así con todas las rutinas diarias.

Está en ese período del desarrollo en el que el juego simbólico empieza a tomar fuerza, de manera individual y espontánea. Y a través de sus muñecos representa situaciones de la vida real que ella vive o ve que realizan otros. Le encanta adoptar el papel de los papás, de la maestra, de doctora, de vendedora, conductora y todo aquello que hacen los adultos. Se inventa unas historias que me dejan alucinada y usa un lenguaje que yo no sabía que conocía. Me encanta verla jugar!!!
El juego simbólico y no dirigido beneficia muchos aspectos como el desarrollo del lenguaje, la socialización, el desarrollo emocional, la imaginación, la empatía, la comprensión del entorno,...además nos ayuda a los papás a ver la manera en que los niños se desenvuelven en determinadas situaciones, sus miedos, ... en definitiva es una etapa muy importante de su desarrollo.

Como ya tiene un montón de cosas, pero a ella nunca le parecen suficientes, vamos a empezar a ampliar su universo pin y pon con "juguetes handmade" que haremos juntas. Lo primero que les hemos hecho, y que ella ha pedido, ha sido la escuela.




Aprovechando una bandeja de madera que tenía guardada y unos cuantos materiales de manualidades que siempre tenemos a mano.
Mi princesa está encantada con la escuela.
Y, como es de las que no explica nada del cole, me viene muy bien para ver las historias que explica, que se parecen mucho a su vida escolar.
Los muñecos siempre se llaman igual que sus compañeros y ríen, se pelean, juegan, comparten,...




Y después les hemos hecho unas camitas para que descansen tras una larga jornada escolar.

Y vuestros niños ¿están en plena fiebre de algún juguete en concreto?

Hasta pronto.

domingo, 14 de diciembre de 2014

Mamá, estoy aburrida, ¿hacemos una manualidad?



Domingo, nos hemos levantado temprano para no perder su costumbre dominical. Y pronto llega una de sus frases más usadas : Mamá, estoy aburrida ¿hacemos una manualidad? Mamá se pone a rebuscar entre papelajos, la caja de cosas para reciclar, ...y ¡Tachán! Vamos a hacer unas marionetas y luego nos contamos cuentos con ellas ¿Qué te parece? A mi peque le encantó la idea y enseguida se sentó en su mesita a esperar a ver qué traía mamá para llevar a cabo tan divertida tarea. 







Ella propuso una bruja lo primero (aunque cuando toca sacar a la bruja para que intervenga en la historia sale corriendo y se esconde detrás del sofá, así que no entiendo muy bien el gran interés que tenía en hacer una bruja lo primero), una princesa, un príncipe y una amiga para la princesa.
Cuatro rollos de cartón del papel de wc, unos papelajos, un poco de goma eva brillante y una barra de pegamento después ya teníamos a nuestros cuatro nuevos amigos con nosotras y dispuestos a entretener a mi niña un buen rato.





Y es que me encanta hacer este tipo de actividades con mi peque. Ver que se entretiene más con estas marionetas que con la Barbie nueva, que por cierto lo único que le hizo ilusión fue abrirla y sacarla de la caja.




 Habéis visto el anuncio de Ikea? Ese del niño con el molde de galletas? me encanta, eso debería ser la Navidad, disfrutar de las cosas más simples pero en familia. 

domingo, 27 de abril de 2014

Plastilina casera



Ayer estuvimos haciendo plastilina casera. Y estamos encantadas con el resultado. No es la primera vez que hacemos, pero sí la primera que estoy contenta. He buscado muchas recetas y por fin he encontrado una que realmente me gusta. 
Soy una fan de la plastilina, creo que favorece muchos aspectos del aprendizaje e incluso de la personalidad de los niños, incluso creo que es buena a cualquier edad y no sólo para niños sino para los mayores también.
Trabajar con plastilina favorece la motricidad fina, la imaginación, la creatividad, el pensamiento matemático,... y es tan divertido. Incluso he leído que manipular plastilina ayuda a que los niños controlen antes y mejor el pipí. 
Es un recurso muy económico y versátil que ofrece multitud de posibilidades.

La receta que hemos preparado la  he sacado del blog Mamà recicla, aquí  la entrada con la receta. La tenía hace tiempo en Pinterest, pero lo he ido dejando como tantas otras cosas.
Pero la necesidad ha hecho que recurriera a ella. Os explico, mi princesa adora jugar con la plastilina. Pasa muchos buenos ratos jugando a amasar, modelar, hacer tartas y "comidas especiales" como ella dice y sobretodo mezclando colores (cosa que yo detesto y ella adora).
Yo siempre había usado la plastilina que viene en tabletas, esa que es bastante más dura, a mi guerrero le sigue gustando más, y además no tienes que preocuparte por guardarla tapada, la verdad es que es más cómoda, aunque también mancha más y personalmente no me gusta mucho el olor. Pero un día le compré a mi princesa un montón de botes del otro tipo, de esa más blanda, como la play doh, y a ella le gusto mucho más. 
Pero mi princesita es un poco...¿cómo lo diría yo sin dejarla del todo mal? "despreocupada" y va dejando trozos de plastilina por todas partes, así que enseguida se queda sin nada. Como le gusta tanto voy comprándole cada dos por tres. El otro día fui a los chinos a comprar algo, no recuerdo el qué, y ella me pidió plastilina. Había un cacharrito muy mono, de verdad muy mono, con un montón de barritas de plastilina y un montón de cortadores, a ella le encantó y a mí también. Así que se lo compré. La sorpresa fue mía cuando le salieron unos granitos en la palma de las manos, que le picaban mucho, tiré la plastilina. En vista de que pasaron tres días y no paraba de rascarse la criatura, la llevé al pediatra, le conté lo de la plastilina, porque yo estaba segura que era de eso,  y el me lo confirmó, era una reacción alérgica. Ha estado dos semanas rascándose las manos!! en cuanto el efecto del antihistamínico pasaba vuelta a rascarse. Vaya desesperación la mía!! qué culpabilidad sentía!!!
Así que desde ahora la plastilina va a ser casera.
Además de que ella disfrutó mucho ayudándome a prepararla, yo estoy supertranquila, sale muy barata, es rápida de hacer, entretenido y a ella le pareció que su madre hacía magia. ¡Perfecto!
A la receta que ofrece el blog de Mamà recicla, yo he añadido unos toques. He pasado la sal por la batidora de mano para que fuese lo más fina posible, le he añadido aroma de naranja y estoy encantada con el olorcito de la plastilina  y yo la he teñido con témpera. Ha quedado perfecta, es muy parecida a la que se compra y de verdad que estoy tan tranquila que no tiene precio la receta.Eso sí, antes de guardarla hay que envolver cada color en film transparente, meterlos en un recipiente cerrado y guardarlos en la nevera, por lo menos eso nos indican en el blog.
 


Creo que hemos disfrutado mucho con la experiencia, mi princesa ha utilizado todos sus sentidos: el tacto, la vista, el olor, el gusto... sí el gusto porque claro que no pudo contenerse a untar el dedo y catarla, un poco salada claro y el oído mientras yo le gritaba desde el otro lado de la cocina que no lo hiciera, jajaja
Ha alucinado mezclando la masa con los colores de témpera,...en definitiva, lo recomiendo 100%.


La única pega que le encuentro es que me ha tocado levantarme a las siete un domingo!!!! porque la pequeña princesa no podía esperar más para jugar con la plasti !!!



Hasta pronto.






domingo, 16 de febrero de 2014

Manualidad de domingo con niños






Esta técnica la he visto por Pinterest en muchas ocasiones y tenía unas ganas locas de probarla. Así que, qué mejor que esperar a que llegue el domingo y compartirla con mis dos joyitas. Ellos han estado muy participativos y un ratito entretenidos, vaya que ha sido un buen rato juntos los tres.
En Pinterest todo el mundo usa los rotuladores de la marca Sharpie, pero como es normal yo no los he encontrado, y en su lugar he utilizado los rotuladores permanentes que había en la papeleria. También existen rotuladores específicos para cerámica pero también me ha sido imposible encontrarlos.
 La verdad es que no sé si tenía más ganas de tener tazas personalizadas por nosotros mismos o de comprobar si la técnica realmente funciona, así que con unos rotuladores permanentes tenía más que suficiente.
Hemos usado letras adhesivas de foam compradas en los chinos, que utilizo en muchas manualidades con la princesita.


Después de pasar un buen rato buscando las letras, que yo creo que sabían que las íbamos a acribillar a puntos y se escondían unas detrás de las otras, las hemos pegado en las tazas. En la taza de Laia también hemos pegados círculos, los que sobran de los agujeros de las o (aquí se aprovecha todo).
Y con todo ya preparado, solo faltaba empezar a puntear. Puntos y más puntos, y alguna rayita también. Lo suyo es que alrededor de las letras o de las figuras haya muchos puntos para marcar bien los contornos, pero tampoco se le puede pedir mucho a una niña de dos años y ocho meses. Así que cada uno a su aire y ya veremos lo que sale, lo divertido es participar.
Una vez nos cansamos de hacer puntitos y de defendernos de la peque armada con un rotulador permanente, metimos las tazas en el horno a 180 grados durante media hora. Una vez apagamos el horno, hemos dejado las tazas dentro hasta que se han enfriado. Cuando las he sacado las he lavado, a mano, con estropajo y un lavavajillas, de esa marca que dura muchas mesas más que el que usan los del pueblo de al lado ;) , y el resultado ha sido que la taza que ha hecho Laia y la mía han pasado la prueba pero la de mi niño se ha quedado como recién comprada. La razón: él ha usado dos rotuladores permanentes de color metalizado, uno plateado y uno dorado, y por lo visto no eran apropiados para la labor. Me ha dado una pena, se le ha puesto una carita, pero en cuanto tenga un rato me pongo y se la hago yo y le doy una sorpresa.
También tengo que decir que no creo que las otras dos vayan a soportar muchos lavados, vaya han ganado una batalla pero no la guerra contra el estropajo.




 Y este es el resultado, no es que hayan quedado para tirar cohetes de colores, pero son nuestras tazas y nos encantan.



Hasta pronto.