Ayer estuvimos haciendo plastilina casera. Y estamos encantadas con el resultado. No es la primera vez que hacemos, pero sí la primera que estoy contenta. He buscado muchas recetas y por fin he encontrado una que realmente me gusta.
Soy una fan de la plastilina, creo que favorece muchos aspectos del aprendizaje e incluso de la personalidad de los niños, incluso creo que es buena a cualquier edad y no sólo para niños sino para los mayores también.
Trabajar con plastilina favorece la motricidad fina, la imaginación, la creatividad, el pensamiento matemático,... y es tan divertido. Incluso he leído que manipular plastilina ayuda a que los niños controlen antes y mejor el pipí.
Es un recurso muy económico y versátil que ofrece multitud de posibilidades.
La receta que hemos preparado la he sacado del blog Mamà recicla, aquí la entrada con la receta. La tenía hace tiempo en Pinterest, pero lo he ido dejando como tantas otras cosas.
Pero la necesidad ha hecho que recurriera a ella. Os explico, mi princesa adora jugar con la plastilina. Pasa muchos buenos ratos jugando a amasar, modelar, hacer tartas y "comidas especiales" como ella dice y sobretodo mezclando colores (cosa que yo detesto y ella adora).
Yo siempre había usado la plastilina que viene en tabletas, esa que es bastante más dura, a mi guerrero le sigue gustando más, y además no tienes que preocuparte por guardarla tapada, la verdad es que es más cómoda, aunque también mancha más y personalmente no me gusta mucho el olor. Pero un día le compré a mi princesa un montón de botes del otro tipo, de esa más blanda, como la play doh, y a ella le gusto mucho más.
Pero mi princesita es un poco...¿cómo lo diría yo sin dejarla del todo mal? "despreocupada" y va dejando trozos de plastilina por todas partes, así que enseguida se queda sin nada. Como le gusta tanto voy comprándole cada dos por tres. El otro día fui a los chinos a comprar algo, no recuerdo el qué, y ella me pidió plastilina. Había un cacharrito muy mono, de verdad muy mono, con un montón de barritas de plastilina y un montón de cortadores, a ella le encantó y a mí también. Así que se lo compré. La sorpresa fue mía cuando le salieron unos granitos en la palma de las manos, que le picaban mucho, tiré la plastilina. En vista de que pasaron tres días y no paraba de rascarse la criatura, la llevé al pediatra, le conté lo de la plastilina, porque yo estaba segura que era de eso, y el me lo confirmó, era una reacción alérgica. Ha estado dos semanas rascándose las manos!! en cuanto el efecto del antihistamínico pasaba vuelta a rascarse. Vaya desesperación la mía!! qué culpabilidad sentía!!!
Así que desde ahora la plastilina va a ser casera.
Además de que ella disfrutó mucho ayudándome a prepararla, yo estoy supertranquila, sale muy barata, es rápida de hacer, entretenido y a ella le pareció que su madre hacía magia. ¡Perfecto!
A la receta que ofrece el blog de Mamà recicla, yo he añadido unos toques. He pasado la sal por la batidora de mano para que fuese lo más fina posible, le he añadido aroma de naranja y estoy encantada con el olorcito de la plastilina y yo la he teñido con témpera. Ha quedado perfecta, es muy parecida a la que se compra y de verdad que estoy tan tranquila que no tiene precio la receta.Eso sí, antes de guardarla hay que envolver cada color en film transparente, meterlos en un recipiente cerrado y guardarlos en la nevera, por lo menos eso nos indican en el blog.
Creo que hemos disfrutado mucho con la experiencia, mi princesa ha utilizado todos sus sentidos: el tacto, la vista, el olor, el gusto... sí el gusto porque claro que no pudo contenerse a untar el dedo y catarla, un poco salada claro y el oído mientras yo le gritaba desde el otro lado de la cocina que no lo hiciera, jajaja
Ha alucinado mezclando la masa con los colores de témpera,...en definitiva, lo recomiendo 100%.
La única pega que le encuentro es que me ha tocado levantarme a las siete un domingo!!!! porque la pequeña princesa no podía esperar más para jugar con la plasti !!!
Hasta pronto.