jueves, 27 de febrero de 2014

Actividades para trabajar el pensamiento matemático





En estas edades es tan fácil enseñarles cosas nuevas jugando. Yo considero muuuuy importante que el aprendizaje se presente como un juego, en el que mi princesa colabore en todo el proceso y que se base en materiales que pueda manipular fácilmente y reconocidos por ella. Cuando le preparo algún material específico intento que sea con cosas que ella está acostumbrada a ver para que le resulte más cercano y familiar. Así que a buscar cositas que le gusten, que las tenga yo a mano y que nos den muuuchas posibilidades.
  • Botones: mi princesa está como loca por el bote de los botones. El principal motivo lo tengo clarísimo: lo tiene prohibido, y claro eso es sumamente atrayente. Otras razones deben ser los colores, la variedad y porque  siempre tiene predilección por aquello que más miedo me da a mí.
  • Bloques de construcción, piezas de Lego, letras de plástico, gomets,...
  • Palos de helado, o de esos que usan los médicos cuando te miran la garganta, comprados en los chinos claro.
  • Monedas, cerillas,cuentas de collares, ... 
  • Como he dicho antes, todo aquello que tiene terminantemente prohibido.
Pues con todas esas cosas, algunas tan peligrosas a mi parecer, y bajo supervisión, podemos trabajar clasificaciones y agrupaciones por tamaño, color; también seriaciones siguiendo un patrón u ordenando por tamaño; conteo, comparaciones, nociones de más, menos, más grande o pequeño (yo también trabajé el concepto de mediano).
Con los palos de helado también podemos crear figuras geométricas.
Estamos rodeados de recursos, sólo hay que utilizarlos y las posibilidades son muchas.
Os dejo algunas fotos de las cositas que hemos estado haciendo.

 Con los gomets hemos hecho agrupación, clasificación, conteo, comparación y también hemos tratado conceptos de más y menos.


 También le he preparado unas tiras de cartulina con gomets para contar, comparar y empezar a relacionar la cantidad y el símbolo abstracto del número, pero sin prisa.
Por primera vez le he presentado el cero y por lo tanto su tira no tenía ningún gomet. De momento ha entendido que el cero es nada, no hay.
Para indicar el número que va en cada tira he puesto los números en pinzas de tender para que las vaya poniendo en  la tira correspondiente.





 De todas estas actividades, la que más le ha gustado ha sido la de los botones, porque ,como ya he dicho antes, es algo que nunca dejo que toque y claro eso ha sido una importante fuente de motivación.



 
 Con los botones hemos hecho clasificación y agrupación por tamaño: pequeño, mediano y grande; por color: oscuro y claro; series de uno grande uno pequeño o uno grande y dos pequeños y también le he dado un patrón y le he proporcionado los botones necesarios para que los pusiera en el orden correcto.

 



 Las letras de plástico ha sido una actividad propuesta por ella misma, ya se había entusiasmado y cuando he recogido los botones ha ido corriendo a su habitación a por las letras para seguir clasificando por colores y luego las ha estado contando.


 


Hasta pronto.

Mi princesa de princesa.




Hasta ahora había disfrazado a mi niña de lo que yo creía conveniente.
 Es su tercer carnaval. El primero de Minnie Mouse, el segundo de Caperucita Roja, pero en el tercero ella decide, ya no cuela.
No había otra opción, sabía la respuesta antes de preguntar, pero tenía que hacerlo...quizás quedaba una oportunidad. No, no la había. Mamá, yo de princesa.
Veréis, es que Laia es mi regalo inesperado, yo ya no esperaba tener una princesa en mi vida, pero nos buscó, nos encontró y nos cautivó. Bueno a lo que iba, yo estaba acostumbrada a mis hombres, y mi guerrero ha sido zombie, pirata, ninja, spiderman, batman, mimo, ... pero princesa.
Yo era de las que decía que si tenía una niña evitaría el rosa y los trajes de princesa y esas cosas, ¡qué ilusa! Mi niña es mi princesa de fresa, a veces parece un chicle toda rosa, con su bici rosa y su casco rosa, con su cama rosa y su colonia rosa, todo lo que pueda ser rosa lo tiene en rosa. A ella le gusta y a mí ahora también, sólo quiero que sea la niña más feliz del mundo y que vea la vida de color de rosa, que ya vendrán otros colores inevitablemente.

Así que manos a la obra, a hacerle un disfraz de princesa, con detalles rosas claro, y este ha sido el resultado. Ella encantada, yo feliz de verla feliz.
La camiseta ya le quedaba justilla y pensé que era perfecta a modo de corpiño así que la decoré un poquillo y yo creo que ha quedado vistosa y sobretodo cómoda. La falda está hecha con esa tela que se compra para los disfraces que es brillante por una cara (¿raso?), de color rosa y otra sobrepuesta, que es la que le da el volumen al disfraz, de organza, de color violeta a la que le he puesto unas cuantas lentejuelas de color fucsia. La falda es muy sencilla de hacer, son dos rectángulos. El de abajo más estrecho y el de organza, pues ya dependiendo del volumen que queramos darle. Cosí una cinturilla a parte, dejando un margen por abajo, y cosí las dos faldas a la vez a ese margen de la cinturilla y metí una goma elástica, ya está. La corona está hecha con goma eva, medida DIN-A4, una plantilla sencilla, pegamento caliente y unas piedrecitas para darle "elegancia", jajaja. Lleva una goma para sujetarla a la cabeza.
Está taaaaan contenta. 
Espero que el año que viene me sorprenda y no sea tan previsible.
Hasta pronto.




martes, 18 de febrero de 2014

Nos divertimos y trabajamos la motricidad fina.


 
Hoy le he propuesto a mi niña realizar una manualidad que me ha servido para trabajar muchas cosas, sobretodo aspectos relacionados con la motricidad fina en cuanto a la coordinación viso-manual.
Realizar actividades que ayuden a mejorar la coordinación viso-manual y el dominio de los músculos de los dedos y de las manos, principalmente, resulta muy beneficiosa para actividades de la vida cotidiana como comer, pasar páginas, escribir, coser, abrochar o desabrochar botones,...
Además requiere concentración y atención, participación , proponerse metas y límites,... es un aspecto muy importante en el desarrollo de los niños y que se puede empezar a fomentar desde edades tempranas siguiendo un orden lógico en relación a la edad de los niños.


Lo primero que he hecho es preparar y poner a su alcance todos los materiales que íbamos a utilizar. Después, presentarle la actividad. En papel continuo le he dibujado, de manera muy esquemática, un muñeco de nieve y le he propuesto que lo completara ella con todo lo que le faltaba.
Muy predispuesta ella, como siempre, ha ido a elegir lo que necesitaba. Lo primero que ha completado ha sido la cara y los botones del muñeco con gomets de colores.

Tanto despegar los gomets del papel como pegarlos, sobretodo en un lugar concreto, requiere atención y un trabajo preciso de los dedos.  Se mejora la pinza digital, que es muy importante para ir aumentando la complejidad de las actividades que le podemos ir presentando y que hay que tener adquirida para cuando vaya a aprender a escribir.
Y además ¡es tan divertido ver como dos simples bolas blancas empiezan a tomar aspecto de muñeco de nieve!
Aumenta su autoestima realizar actividades que muestren sus resultados rápidamente y de una manera tan visual.

Después ha decidido ponerle un sombrero, que he recortado yo, porque aunque ya le dejo usar tijeras, no sabe recortar formas complejas. Además no olvidéis que se trata de un trabajo compartido, con el que, además de fomentar aprendizajes, trato de pasar un rato divertido junto a mi princesa.

Utilizar el pegamento de barra también propicia que realiza una serie de movimientos que refuerzan el propósito que me he fijado para hoy. Desde el momento que se dispone a quitarle el tapón, cuando gira la rosca para que suba la barra de pegamento y cuando aplica el pegamento en lo que tiene que pegar, procurado cubrir toda la superficie y prestando atención en no salirse de los márgenes. 
También requiere de atención, concentración, coordinación y precisión el momento de pegar el gorro, en este caso, en el lugar elegido.

Lo siguiente que hemos hecho ha sido pegar nieve en el dibujo, esto lo he propuesto directamente yo, pero la explicación la ha dado ella: para que el muñeco no tuviera calor, jajajajaja, se nota que ha visto la última película de Disney, Frozen.
La intención era que rasgara unas servilletas de papel. Con esto se consigue aumentar la fuerza en las manos y en los dedos, además de llenar todo el suelo de papelillos volátiles que se desplazan por el comedor a medida que nos desplazamos por él, a ella le ha parecido de lo más divertido.
Los trocitos de papel que hemos podido dominar los hemos pegado en el papel continuo con pegamento de barra.
De nuevo estamos proponiendo actividades que requieren precisión, atención y concentración. 
Y es necesario que la niña se haga un esquema mental del espacio que quiere abarcar y como pretende distribuir los papeles por el fondo del dibujo.
Los trabajos de motricidad fina están estrechamente ligados al desarrollo de la inteligencia.



Para seguir ofreciendole actividades que sirvieran para trabajar la motricidad fina le he sugerido que adornara parte del dibujo con botecitos de purpurina con cola. Hay que presionar para que salga el contenido, de esta manera trabajamos la prensión, la presión y de nuevo la pinza digital.
 
 Hemos acabado la actividad dibujando unas nubes y añadiendo puntitos con tempera blanca y bastoncillos para limpiar los oídos a modo de nieve.

En definitiva, un rato divertido para las dos y muy aprovechado.
Lo importante en este tipo de actividades es planificar bien lo que quieres conseguir con ello y no olvidarse de que estamos jugando y compartiendo un rato juntas.


Hasta pronto.







Trabajar la asociación cantidad-símbolo abstracto



 
Sé que es demasiado pronto para introducir el símbolo abstracto del número en las actividades de mi princesa, pero soy del pensamiento de que hay que aprovechar sus inquietudes y demandas en el momento en que ella lo pida. Le encantan las letras y los números, nuestros juegos casi siempre acaban manipulando algún material que los representen. Ya hace tiempo que quiere saber más, y constantemente me pregunta qué letra o número es, lo vea donde lo vea, en los carteles, en los dibujos de la tele, en el móvil,... tiene que teclear ella las letras en la tablet cuando buscamos algo, yo se las voy señalando y nombrando y ella las marca, o los números del móvil cuando llamamos a la yaya o a la tita, coge los cuentos y sigue la dirección de la lectura con el dedo, en sus dibujos empiezan a aparecer las letras i,o y u. Ordena perfectamente las letras de su nombre y lo reconoce de manera global cuando lo ve escrito. 
Así que, aprovechando estas ganas de aprender que tiene, he empezado a introducirle la asociación de la cantidad y el símbolo, no me refiero a que reconozca los símbolos, sino a que relacione éste a la cantidad que indica.
El conteo ya lo domina muy bien hasta el diez y,  diferencio el cantar los números a contar cosas, es decir si hablamos de recitar una serie de números pasa de la decena, claro. Me refiero a ofrecerle una cantidad de cosas y sepa decirme cuántos hay.
Hemos preparado un material manipulativo para que empiece a realizar estas asociaciones. Se trata de unas tapas de las toallitas de bebé que hemos reciclado y reutilizado para crear una especie de cajitas, que fuera indican la cantidad y dentro el símbolo,así que primero debe contar y después abrir la tapa para ver el número.

  En un principio le sirve para aprender la relación, más adelante, cuando ya los conozca le será muy útil para autocorregirse.

El material es muy sencillo y muy fácil de realizar, de hecho ella me ha ayudado a construirlo. La verdad es que le encanta participar en todo lo que le propongo y es una manera de motivarla, todavía más, para que luego use estos materiales.
Los materiales que nosostras utilizamos son:
  • tapas de las toallitas de bebé
  • tijeras
  • pistola de encolar
  • pegamento termofusible
  • gomets
  • cartón (nosotras hemos reciclado la caja del roscón de Reyes ;))
  • papel blanco adhesivo (o folios y pegamento de barra)
  • números adhesivos de foam, aunque también pueden ser números adhesivos normales o se pueden escribir con un rotulador.

Lo primero que hicimos fue sacar las plantillas en el papel blanco adhesivo de la parte de la tapa de las toallitas que queriamos tapar, donde luego pegaríamos los gomets, y pegarlas. Después pegamos cartones con el pegamento termofusible a la parte de atrás para "construir" la cajita donde pegamos los números.
Ahora hay que cortar el sobrante de cartón a ras del plástico.

Así nos iba quedando.
Ya sólo queda pegar los gomets en la parte de afuera y los números en el interior de la cajita. En este momento es cuando mi princesa colaboró más, fue ella la que pegó todo. 

  

Y  ya está el trabajo acabado, ahora a disfrutarlo.
  

Hasta pronto.



domingo, 16 de febrero de 2014

Manualidad de domingo con niños






Esta técnica la he visto por Pinterest en muchas ocasiones y tenía unas ganas locas de probarla. Así que, qué mejor que esperar a que llegue el domingo y compartirla con mis dos joyitas. Ellos han estado muy participativos y un ratito entretenidos, vaya que ha sido un buen rato juntos los tres.
En Pinterest todo el mundo usa los rotuladores de la marca Sharpie, pero como es normal yo no los he encontrado, y en su lugar he utilizado los rotuladores permanentes que había en la papeleria. También existen rotuladores específicos para cerámica pero también me ha sido imposible encontrarlos.
 La verdad es que no sé si tenía más ganas de tener tazas personalizadas por nosotros mismos o de comprobar si la técnica realmente funciona, así que con unos rotuladores permanentes tenía más que suficiente.
Hemos usado letras adhesivas de foam compradas en los chinos, que utilizo en muchas manualidades con la princesita.


Después de pasar un buen rato buscando las letras, que yo creo que sabían que las íbamos a acribillar a puntos y se escondían unas detrás de las otras, las hemos pegado en las tazas. En la taza de Laia también hemos pegados círculos, los que sobran de los agujeros de las o (aquí se aprovecha todo).
Y con todo ya preparado, solo faltaba empezar a puntear. Puntos y más puntos, y alguna rayita también. Lo suyo es que alrededor de las letras o de las figuras haya muchos puntos para marcar bien los contornos, pero tampoco se le puede pedir mucho a una niña de dos años y ocho meses. Así que cada uno a su aire y ya veremos lo que sale, lo divertido es participar.
Una vez nos cansamos de hacer puntitos y de defendernos de la peque armada con un rotulador permanente, metimos las tazas en el horno a 180 grados durante media hora. Una vez apagamos el horno, hemos dejado las tazas dentro hasta que se han enfriado. Cuando las he sacado las he lavado, a mano, con estropajo y un lavavajillas, de esa marca que dura muchas mesas más que el que usan los del pueblo de al lado ;) , y el resultado ha sido que la taza que ha hecho Laia y la mía han pasado la prueba pero la de mi niño se ha quedado como recién comprada. La razón: él ha usado dos rotuladores permanentes de color metalizado, uno plateado y uno dorado, y por lo visto no eran apropiados para la labor. Me ha dado una pena, se le ha puesto una carita, pero en cuanto tenga un rato me pongo y se la hago yo y le doy una sorpresa.
También tengo que decir que no creo que las otras dos vayan a soportar muchos lavados, vaya han ganado una batalla pero no la guerra contra el estropajo.




 Y este es el resultado, no es que hayan quedado para tirar cohetes de colores, pero son nuestras tazas y nos encantan.



Hasta pronto.

viernes, 14 de febrero de 2014

San Valentín


 

Llevamos unos días bombardeados por corazones en todas las tiendas y escaparates. Mi niña, que hasta ahora tampoco es que se haya fijado mucho en estos detalles, ha crecido y se ha pasado la semana gritando por la calle "AMOOOR" cada vez que hemos salido a comprar o a pasear. Así que, aunque no soy yo muy amiga de este tipo de celebraciones, he querido celebrarlo con mis pequeños, bueno con la niña más que con el machote, porque él pasa de estas tonterías (palabras textuales), aunque a la merienda sí que se ha apuntado y ¿quién no?.





Así que anoche, cuando se durmió la princesa me puse manos a la obra para darle una sorpresa esta mañana y le preparé un conjuntito muy amoroso para lucir este día.
 Le hice una faldita de lo más sencillo y le puse unas aplicaciones de corazones en una camiseta básica blanca y este es el resultado. Está encantada con el Día del Amor, como lo llama ella.
Aprovechando que hoy ha hecho un tiempo buenísimo después de días de lluvía, frío y muuucho viento, hemos ido al parque a darle de comer a los patos. Se lo ha pasado bomba, y yo más viendo como disfruta ella.


 Después, de vuelta a casa a preparar la merienda, muy amorosa también, bizcochitos en forma de corazón cubiertos de ganache de chocolate blanco. Están para celebrar San Valentín todos los días.
Como siempre, ella la primera que se apunta a lo que se proponga hacer. ¿Puedo ayudar? es la pregunta que más oigo al día, a todo quiere ayudar. Así que manos a la obra, o mejor a la masa.
 El bizcocho lo he hecho con la receta rápida e infalible de bizcocho de yogurt, le he añadido un poco de colorante rojo en gel para que quedara rosa. Luego al horno, he usado los moldes de silicona con forma de corazón que han puesto a la venta en Lidl, como era para ocho coranzoncitos han tardado menos que nada en hacerse. La cobertura es un ganache de chocolate blanco que preparé ayer para poder montarlo hoy.
Y ya está, este es el resultado.
Los peques encantados y yo, aunque no soy nada de dulces, también he disfrutado de este día rodeada del mismo amor que tuve ayer y que tendré mañana.

Hasta pronto.












Algunos detallitos

Como ya os dije, las mochilitas que hice cpn el cc de Pandielleando están pensadas para cuando los peques vayan al cole, así que he completado el pack con una toallita de tocador a la que he añadido una cenefa de la misma tela estampada que le puse a las mochilas y una cinta para engancharlas en el colgador.


Por otra parte he hecho un baberito para que mi hermana se lo lleve a la mamá de Jaime, está plastificado por dentro y lleva su inicial en una aplicación de tela tejana.
Bueno, pues esto ya está.
Hasta pronto.